domingo, 18 de septiembre de 2011

CONCEPTO DE BALISTICA


La intención final de este texto es analizar la Balística desde el punto de vista de la Criminología, que tiene que analizarla como una de las muchas técnicas policiales a las que se recurre durante una investigación, dentro de los delitos en los que intervienen armas de fuego, debiendo otorgarle por tanto al perito en balística  una destacada importancia entre los expertos que concurren como auxilio de la administración de justicia.

La base de la ciencia Balística surgió en las policías europeas y actualmente es donde con más seriedad y rigor se continúa evolucionando el estudio de la Balística.

En  los Estados Unidos, justificado por su permisividad en la tenencia de armas o por la falta de control sobre las mismas,  ha permitido la existencia de amplios Departamentos de Balística en la Policía y sobre todo en la Oficina Federal de Investigaciones o F.B.I., es el cuerpo policial, fuera de Europa que más hombres y mejores medios dedica  a esta tarea y ha llegado a fomentar la creación en algunas universidades de secciones que analizan y estudian los efectos de las armas de fuego en los seres vivos.

Recordemos que la Balística según recogen todos los libros técnicos sobre la materia es la ciencia que estudia el movimiento de los proyectiles, el fenómeno que ocurre en el interior de las armas para lanzar el proyectil al espacio, lo que ocurre durante el desplazamiento y los efectos que produce al tocar algún cuerpo u objeto.

Partiendo de esta definición se forman tres grandes grupos para su estudio, estos son: Balística interna, Balística externa y Balística de efectos.

BALÍSTICA INTERIOR.- Se ocupa de lo relativo a la estructura, mecanismos y funcionamiento del arma de fuego y del cartucho, así como de lo que ocurre desde que la aguja percutora golpea al fulminante hasta que el proyectil sale por la boca de fuego del arma.


Respecto a la BALÍSTICA EXTERIOR se puede decir que estudia los fenómenos que ocurren al proyectil desde que sale del arma hasta que da en el blanco y tiene por objeto el conocimiento de los movimientos de un proyectil en su trayectoria, lo que permitirá realizar las tablas de tiro.
La Balística exterior del proyectil estará influenciada directamente por el tipo de arma que se utiliza (longitud del cañón, calibre, número de estrías y campos de su ánima, así como de su ángulo de giro y sentido de éste), y principalmente, por el tipo de cartucho y sus componentes que van a determinar en el proyectil disparado, según sea su composición, forma, peso y diámetro, cuál será su velocidad, energía cinética, inercia, gravedad, trayectoria y coeficiente balístico.

Por último la BALÍSTICA DE EFECTOS.- Estudia los daños producidos por el proyectil sobre el objeto o personas, también la podemos definir como Balística Terminal, que es la forma en que la energía potencial del proyectil se libera.
Con el estudio de la Balística de efectos se podrá también establecer un punto de referencia para conocer, junto con la balística externa,  la posición víctima-autor, el punto desde el cual se hizo el disparo, averiguar la trayectoria del proyectil, y también la distancia de disparo.



Íntimamente relacionado con la Balística de efectos son los tipos de proyectiles utilizados con cada arma que tendrán unas distintas consecuencias dependiendo del objeto contra el que impacten (vehículos, chalecos antibala, vidrios, personas, etc.), y derivarán en los estudios de penetraciones y efectos en diversos materiales.

jueves, 15 de septiembre de 2011

A la hora de empezar a estudiar la Balística tenemos que partir, en principio, de dos factores  determinantes: el Arma y el Cartucho,  que condicionarán con posterioridad todas las peculiaridades técnicas que nos vamos a encontrar en un análisis balístico. Por tanto, es de obligada explicación y entendimiento conocer todo lo posible sobre el cartucho metálico, con sus características,  componentes, tipos, etc., además de determinadas partes del arma que intervienen en la balística, como el cañón y su calibre.




EL CARTUCHO METÁLICO


Los cartuchos metálicos convencionales están compuestos por una vaina donde van alojadas en su parte interior la pólvora y en cuya base  se aloja el fulminante y por el  proyectil que se acopla en la boca del casquillo.

Actualmente existe la Comisión Internacional Permanente (C.I.P.)  para la Prueba de Armas de Fuego Portátiles, que establece, para cada calibre, una estandarización de las dimensiones tanto del cartucho como de la recámara del arma.

De esta forma normalizan una “recámara mínima” con sus dimensiones mínimas y el “cartucho máximo” o de dimensiones máximas, para así poder asegurar la intercambiabilidad  completa de  municiones fabricadas en cualquier parte del mundo, dentro de un mismo calibre.


SISTEMAS DE PERCUSIÓN DE CARTUCHOS METÁLICOS


Fue en Europa en el año 1836 cuando se empezaron a utilizar los primeros cartuchos metálicos con las armas cortas de retrocarga, fueron ideados por el francés Lefaucheux que inventó el cartucho de percusión “de espiga” el cual consistía en un cilindro de latón relleno de pólvora negra, con un proyectil ojival encajado por su cuerpo hasta la mitad del casquillo, y una cápsula con fulminante en su base,  interiormente era percutida por una aguja o espiga que sobresalía ligeramente del culote del casquillo. Al presionar el disparador, el martillo percutor golpeaba a la aguja que, por fricción, hacia detonar el fulminante. Eran cartuchos que había que colocar adecuadamente en las recámaras y tener mucho cuidado es su manejo para evitar disparos accidentales al golpearse o al caerse.

En Estados Unidos empezaron a utilizarse cartuchos metálicos denominados Lipfire, en los que, en  un lado de la base de la vaina estaba contenido el fulminante. Su mayor inconveniente era que, al no ser simétricos la alimentación de los cartuchos en recámara requería cierto cuidado para recargarla adecuadamente.

Varios años después de la aparición de estos cartuchos, sobre 1857,  surge una nueva munición inspirada en la Lipfire. Este nuevo cartucho en vez de tener el fulminante en una zona de la base lo tiene colocado a lo largo de todo el contorno de su base (RIM), no siendo por ello necesario prestar atención a como se colocaba el cartucho al cargarlo, se le denominaba Rimfire o Percusión anular, ya  que la aguja puede golpear en cualquier parte del borde del culote, comprimiendo su pestaña y provocando el encendido del fulminante; para ello es necesario que la pestaña se apoye sobre el plano de culote de la recámara. El único problema de éste sistema era que no se podían utilizar en municiones demasiado potentes puesto que las paredes del culote eran demasiado finas y no se podía aumentar su espesor porque el percutor no habría llegado a detonar y activar el fulminante.



El cartucho de percusión anular todavía se utiliza con armas de calibre .22, munición óptima pero de potencia inferior al resto de los cartuchos actuales. Este cartucho había sido desarrollado anteriormente en Europa, en 1847, por el francés Flobert que creó los cartuchos de percusión anular de pequeño tamaño y calibre y que  no contenían pólvora en su interior saliendo el proyectil disparado por la fuerza de los gases originados sólo por el fulminante, siendo ésta la única diferencia que existe en los cartuchos actuales entre un Flobert y uno de percusión anular.

El tercer paso en la evolución de los cartuchos llegó, varios años después, en 1868, cuando Hiram Berdan inventó en América el cartucho de percusión central, reinventado un año más tarde en Inglaterra por Edwin Boxer.

Como su nombre lo indica la aguja percutora tiene que golpear en  el centro de la base del culote del cartucho donde ese encuentra alojada la cápsula con el fulminante. A simple vista todas las cápsulas son idénticas pero se pueden distinguir por el tipo de cebo que llevan. Las cápsulas pueden ser Berdan o Boxer.

Este sistema de percusión terminó por revolucionar los cartuchos metálicos y asentó para siempre los principios de las armas modernas desde el momento que empezaron a inventarse y adecuarse todas las armas nuevas para los cartuchos de percusión central que llegaron a facilitar la recarga y los futuros del automatismo.



domingo, 11 de septiembre de 2011

Fotografía Criminalística

La fotografía, herramienta fundamental en fijar la escena, al igual que con muchas otras disciplinas de la vida humana, ha servido a lo largo de su vida como registro y base de la prueba pericial.

Podríamos decir que la fotografía aplicada en criminalística expone al máximo la búsqueda de la autenticidad en la fotografía, ya que su objetivo es exhibir  detalladamente aquello que no capta la inspección ocular. Al ser su objeto de captación escenas del crimen o indicios del cuerpo de un cadáver, se vuelve la técnica que pondera el realismo y una narración visual que perfecciona en forma pulcra a lo hablado o escrito.  

A veces la fotografía nos alucina por su impresión artística, pero ciertas veces nos impacta el tono evidente, como sería en el caso de la fotografía forense.



Procesar la toma fotográfica con fines de identificación.

Objetivos:

Fotografiar a las personas con fines de identificación, así como a los indicios y evidencia que sirvan en el descubrimiento de los hechos delictuosos.


Es el proceso de reproducir imágenes en una superficie plana y tiene por objeto la fijación fotográfica de la escena del hecho, con el propósito de describir el lugar de los hechos, afines con el estado en el que ha quedado la víctima, ubicación del elemento del delito, las evidencias y objetos que fueron hallados relacionados con el hecho, ya que se convierte en un elemento de gran valor dentro de la investigación criminal. Las fotografías abastecen detalles del lugar de los hechos y constituyen constancia permanente, inalterable y valiosa de cómo estaba el área al ocurrir el suceso.

1. Formas o tipos de toma fotográfica

1.1  Fotografía Panorámica, radica en enfocar los cuatro ángulos diferentes del lugar del hecho, de forma tal que se pueda tener una visión de todos los aspectos generales del lugar, lo que ayuda a la fidelidad en la descripción y ubicación de todos los objetos, evidencias, etc.

1.2  Fotografía en detalle, consiste en enfocar los objetos, evidencias, lesiones corporales, es decir, que abarca específicamente el punto que es necesario resaltar, para tal efecto se deberá fotografiar con el respectivo testigo métrico y las correspondientes técnicas de señalización.

1.3 Micro y Macro-Fotografías, para este tipo de tomas, se deben utilizar aparatos y equipos especiales o bien con aumento óptico (lentes de aproximación).

La fotografía es fundamental, hoy disponemos de tecnología digital, dicho proceso es ágil, preciso y de una definición o claridad de imagen que supera de manera clara a las antiguas fotografías de blanco y negro e inclusive al color, producto del proceso químico.
La razón es simple una fotografía blanco y negro tenía una resolución de 256 tonos de grises, mientras que la fotografías en proceso color digital avanzaban millones de variables.

Todavía existen ciertos reservorios arcaicos que defienden sin fundamentos, técnicas que fueron muy útiles en su tiempo pero que el avance tecnológico las ha ido remplazando por otras y desacreditan técnicas como la digitalización argumentando que se puede adulterar, modificar una imagen real, pero también dicha técnica hace posible su detección temprana. Ignorar esto, es no conocer los verdaderos alcances de la fotografía digital.
En la actualidad, se ha esbozado un debate a nivel Iberoamericano concerniente al valor o no de las imágenes digitales en diversos tipos de procesos judiciales. La evidencia en contra de la nueva tecnología de imágenes digitales, se basa en la supuesta facilidad con la que presuntamente se pueden adulterar este tipo de imágenes.





EL SER Y EL DEBER SER

Los hechos de la vida cotidiana nos llevan a experimentar que algunas cosas que suceden no deberían ser, a la vez que algunas cosas que no suceden sí deberían ser. Las nociones de ser y deber ser las obtenemos de nuestra propia experiencia.  

Por ejemplo, cuando en el cumplimiento del deber nos encontramos ante algún crimen abominable, estamos ante algo que es, pero al mismo tiempo eso que es nos produce una fuerte inclinación a condenar el hecho, a considerarlo como algo que no debería ser.
Lo que vivimos personalmente, los testimonios judiciales, las enseñanzas de la ciencia, las noticias de los periódicos, describen los hechos, lo que no podemos cambiar pues ya sucedió. Sin embargo, lo que nosotros sí hacemos es tomar postura con respecto a esos hechos en función de lo que queremos que suceda en realidad. Por ejemplo, ante un delito no podemos pensar que no sucedió, pero sí reprobamos el hecho. Por eso podemos distinguir dos planos en nuestro entorno:

El del ser, que se refiere a la realidad tal como es: las características, cualidades o defectos que presentan las cosas, animales, personas, situaciones, acciones, etc.

El del deber ser, que se refiere a lo que idealmente consideramos como la mejor representación posible de la realidad. En el plano del deber ser se encuentran las normas ideales con respecto a las cuales juzgamos la calidad de las obras o de acciones en cualquier campo: el arte, la técnica, la ciencia, etc. De todas ellas las más importantes son las normas morales, pues nos permiten juzgar la bondad o maldad de los actos humanos.

Podemos encontrar estos dos planos en muchas esferas de la vida humana, por ejemplo, si asistimos a un concurso de danzón, el plano del ser está dado por las parejas que bailan en la pista, mientras el plano del deber ser está representado por los jueces que califican la actuación de las parejas conforme a la norma ideal que define los pasos del danzón y, por lo tanto, sirve para calificar como buen bailarín a quien la siga conforme al tiempo, ritmo, tipo de pasos, etc., y descalificar al que no lo haga.

Pasando ahora a un ejemplo en el campo moral, si recorremos las calles de una ciudad, el plano del ser está dado por las personas que nos encontramos, entre las cuales hay niños que piden limosna para sobrevivir. En este caso el plano del deber ser está dado por el derecho que tienen todos los niños a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y esparcimiento para su desarrollo integral, por el sólo hecho de ser personas. Nuestra Constitución Política reconoce este derecho en su Artículo Cuarto.

Si bien es imposible alcanzar la perfección en la vida diaria, los ideales nos sirven para seguir intentando acercarnos una y otra vez a lo que pensamos que “debería ser” porque le dan sentido a nuestros esfuerzos. De aquí se deriva lo que se entiende como sentido del deber.

Ahora bien, si en todas las profesiones es importante tener sentido del deber, en la policial lo es especialmente, debido a que su función es justamente vigilar que se cumplan las leyes, prevenir la comisión de delitos, mantener el orden dentro de la sociedad.

La actividad de un policía es respetable porque su misión busca hacer que nuestra sociedad sea como debe ser, que nuestro mundo sea el mejor de los mundos posibles.




Texto extraído del Curso de Formación Inicial • Policía Estatal Acreditable
Unidad Valores Éticos y Jurídicos