martes, 31 de mayo de 2011

EL TIRO POLICIAL



La necesidad de mejorar los sistemas de entrenamiento y la filosofía de los mismos, es algo que urge en la mayor parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de nuestro país, incluso en unidades a las que se les supone una formación exquisita, pero por más que se hable del tema, nadie termina de meter mano en el asunto a nivel oficial.

Y para ello es necesario unificar criterios y modernizar las técnicas y tácticas, para hacer de los agentes, personas más seguras y eficaces en el empleo de las armas, pero para ello antes hay que reciclar seguramente a muchos instructores.

Hay que desterrar los viejos miedos y mitos que rodean a la inmensa mayoría de instructores de tiro policial, esos mitos y leyendas urbanas que se transmiten de generación en generación, de maestro a alumno, y que se vienen dando como hechos ciertos por la única razón de que “fulano de tal” así lo manifestó en un curso o en un ejercicio de tiro, cuando casi siempre el “fulano de tal” que dijo aquello no era más que otro al que habían engañado durante años, porque al final se constata que ninguno intentó comprobar si eso o aquello que le contaron, es cierto o es falso.

Técnicas y Posiciones de Tiro
Un entrenamiento moderno, serio y real debe desterrar la enseñanza de muchas posiciones o técnicas de tiro, las cuales lo unico que provocan es que el alumno tenga que aprender varios nombres de técnicas y a la vez varias formas de empuñar el arma, de colocar los pies, las manos, los codos, los hombros, etc.….eso no lleva más que a que cuando el tirador se vea en situación de estrés y en enfrentamiento real, haga algo distinto a todo lo que aprendió, algo natural, algo que solo su afán de sobrevivir le indica como y que hacer.

Así pues, y por ejemplo, la posición Isósceles Moderna guarda una casi total morfología y filosofía de uso con la técnica Jordan, siendo sumamente fácil pasar de una técnica a otra según la distancia del sujeto agresor, llegando incluso a permitir de modo natural el uso del arma con una sola mano, ya que ambas técnicas son simétricas, y llegando el caso de tener que dejar el arma en una mano y usar la débil para empujar, apartar, o lo que se presente, el arma quedaría situada, bien enfrente a la cara del agente o centrada a la altura del pecho o abdomen del agente, con lo cual los disparos irían de modo sencillo y directo a zonas importantes del cuerpo del agresor.

La poca o nula  practica

En un país como México, esta materia está muy abandona y marginada, pues muy raro es el cuerpo de seguridad publica que realiza practicas regulares de tiro, y cuando acuden los agentes a las practicas de tiro, casi siempre se limitan a obedecer las órdenes de los instructores de tiro, sin que los instructores expliquen el propósito de tal o cual ejercicio, el supuesto ante el cual usar un método u otro de tiro y sin que sepan los agentes que sus municiones son casi siempre poco eficaces.

Quizás debamos empezar por concientizarnos los profesores de tiro, y empezar a hablar más entre ejercicio y ejercicio, analizando varias materias relacionadas con el tiro  y corrigiendo los errores a los tiradores y no limitarse únicamente a puntuar en base a los resultados obtenidos en la silueta, que al final eso no les va a salvar la vida en una situación real.

Para que pueda producirse una transformación general en la formación de tiro policial en nuestro país, hace falta primeramente que los responsables de la materia en cada uno de los cuerpos policiales, estén conscientes de que la realidad del enfrentamiento armado es la que es y que no hay parecido alguno con lo que se entrena.

Cuando los responsables de tiro de los distintos cuerpo policiales estemos conscientes de la gran importancia que tiene esta materia, debemos escalar al siguiente nivel que es convencer a nuestros jefes y estos a su vez a los responsables políticos. A veces a los políticos, la mayoría de las veces me atrevo a decir con conocimiento de causa, solo buscan imagen, y precisamente con estos temas del tiro y armas, creen los políticos que no sacan el beneficio suficiente para su imagen y/o partido, sino todo lo contrario, creen que es mala prensa el “vender” como positivo que los policías que de ellos dependen, tienen habilidad y destreza con armas de fuego.

La actitud  de un Instructor

Un buen entrenador o instructor de tiro policial, debe convencer, debe inspirar confianza a sus alumnos, aunque estos sean sus amigos y compañeros de trabajo diario durante años. Esto no es siempre los más común, pues existen instructores que no llegan a inspirar esa confianza en sus alumnos, a veces porque el profesor se limita a dar órdenes de tiro y a la anotación de puntuaciones en el listado de tiradores, otras veces porque ante alguna pregunta técnica, bien no responde nada o lo hace limitándose a decir que esa pregunta está fuera de contexto o fuera de temario.

El profesor debe razonar el por qué de todo lo que explica o enseña. Poner ejemplos reales es una buena forma de que el alumno comprenda, asimile y se mentalice de lo necesario de la instrucción que está recibiendo. Es fácil encontrar casos reales de agentes heridos o fallecidos, tiroteos, accidentes por mala o negligente manipulación, etc.…y esos casos bien comentados y analizados, son una buena lección para usar como ejemplo.

Como instructores en esta materia debemos preocuparnos por leer, capacitarnos actualizarnos, y tambien proponer, para esto, el profesor tiene que poseer experiencia y conocimientos suficientemente amplios sobre tiro, armas, cartuchería, fisiología del enfrentamiento, etc.,… de ese modo se podrá servir mejor a quien lo merece.